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Alberto vs Alberto: para salvar su imagen en el cumpleaños de Fabiola sacrifica la política sanitaria
25.08.2021 09:10|Lo más importante del mensaje formal del Gobierno como administrador de la salud es que ahora tenemos que saber que si se viola la cuarentena no pasa nada.
La idea de Alberto versus Alberto hay que ampliarla a la idea de un gobierno o una situación oficial bastante enloquecedora respecto de la pandemia para todos nosotros. 5.038.216 es el número de vacunas que están en la heladera. No se donde están, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dice que no están en la heladera. Ojalá estén en la heladera porque en otro lugar se arruinan. Esta información que carga el gobierno es la diferencia entre vacunas distribuidas y vacunas aplicadas. ¿Por qué está diferencia? Porque el gobierno desde hace muchos meses prefiere vacunar menos a tener que decir “se acabaron las vacunas”. Está privilegiando el éxito electoral y la comunicación electoral por encima de la situación sanitaria de quienes necesitan vacunarse.
Segunda irracionalidad. Por un lado se habilitan los espectáculos públicos y por otro lado hay una circulación más intensa de la variante Delta en la provincia de Buenos Aires. En Nueva York, dentro de pocos días, el 13 de septiembre, no vas a poder ir a un restaurant, a un teatro, a un museo, a ningún lugar cerrado público si no tenés doble vacunación con 14 días de antigüedad. O sea, el problema de la pandemia sigue estando. Entonces cómo es que nos encerraban cuando no había virus y ahora nos dejan ir a espectáculos públicos cuando hay circulación de una variante nueva.
En este contexto se inscribe la locura de Alberto Fernández. Voy a hacer un acuerdo con el fiscal para no tener que ir a tribunales, voy a pagar parte de mi sueldo a un hospital público, presumiblemente el Garrahan, pero aún así no quiero reconocer que cometí un delito.
Lo más importante de esto, el mensaje político, oficial, formal del gobierno como administrador de la salud, es que ahora tenemos que saber que vos violás la cuarentena y no te va a pasar nada. Eso es lo que nos dice Alberto Fernández. Él, para salvar su imagen de ese cumpleaños sacrifica su política sanitaria. La única política sanitaria que tuvo consistente este gobierno, muy criticada y declarada inconstitucional formalmente por mucha gente, por muchos abogados que decían que para tomar estas medidas había que declarar el estado de sitio, era una cuarentena draconiana.
Recuerdo aquella vez de un señor que se había escapado del edificio y que Alberto Fernández dijo: “Lo voy a ir a buscar yo personalmente”. Ese rigor que, a falta de una política sanitaria y económica más inteligente, fue la gran herramienta del Gobierno, la acaba de sacrificar Fernández diciendo: “Yo violé la cuarentena y eso no es delito y no me va a pasar nada y dono algo porque soy generoso, no porque sea una sanción a la violación de una ley”.
El decreto que él sancionó, que él firmó, que redactó Vilma Ibarra -que debe estar bastante enojada en toda esta escena- ese decreto no penaliza que vos contagies. Penaliza que vos no cumplas con el aislamiento. O sea que él mismo está declarando que su decreto es inválido. No es la mejor estrategia política para dejarnos tranquilos respecto de qué hacer con esta variante Delta que nos vuelve a amenazar.