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Corrientes: vecinos justicieros redujeron a tres delincuentes

Corrientes: vecinos justicieros redujeron a tres delincuentes

30.07.2024      10:40| Uno de los maleantes fue atrapado dentro de una casa en el barrio Punta Taitalo, el otro dentro de un monoblock en el Sargento Cabral y finalmente el tercer malhechor fue reducido tras arrebatar un celular en el barrio Güemes. Todos con antecedentes.


Tres delincuentes recibieron una descomunal paliza por parte de vecinos y peatones, que los sorprendieron robando, los capturaron y "explotaron" emocionalmente hartos de la inseguridad en la capital correntina. Todos los maleantes fueron detenidos luego por la Policía y cada uno de ellos posee antecedentes delictivos por delitos contra la propiedad. Los casos se multiplican cada día en distintos barrios, informaron fuentes policiales consultadas por diario época.

 

El fin de semana fue particular y literalmente "movido" para los delincuentes. A los casos de justicia por mano propia que vienen ocurriendo en la provincia, se le suman los de vecinos tomando en sus manos el escarmiento a los delincuentes. Esta vez, los casos que se conocieron fueron tres, ocurridos en el Punta Taitalo, Barrio Güemez y Sargento Cabral, donde tres maleantes terminaron con lesiones de consideración, luego de violentos castigos físicos recibidos por sus accionar delictivos en perjuicio de otras personas.

 

El primero de ellos fue reportado justamente en el barrio Punta Taitalo, donde los vecinos agredieron a patadas, a golpes de puño y a machetazos a un delincuente de apellido Coronel, al que sorprendieron dentro de una casa por calle Los Abuelos, intentando robar. Tras ser atrapado fue expulsado a la calle donde varios moradores de la zona le propinaron una paliza descomunal.

 

Golpes de puños, patadas en todo el cuerpo y hasta machetazos, según indicaron algunos vecinos que presenciaron el hecho. El delincuente sufrió lesiones de consideración en una de sus piernas, su rostro y debió ser asistido por paramédicos que lo trasladaron a un nosocomio para recibir las curaciones correspondientes.

 

El incidente ocurrió el sábado alrededor de las 23 y según los testigos, el sujeto ya había entrado a robar a otras casas del lugar y pese a las denuncias, nunca queda detenido, por lo que hartos de la situación, los propios damnificados y otros, se sumaron para tomar la justicia por mano propia.

 

Entró a un edificio


El segundo caso tuvo como protagonista a otro maleante, cuyos datos no trascendieron oficialmente y que en coincidencia con el caso anterior, ingresó a uno de los monoblocks de los edificios Balboas, ubicados en el barrio Sargento Cabral, a pocos metros de la avenida Teniente Ibáñez, con tanta mala suerte que algunos de sus moradores lo descubrieron y cuando pretendió escapar, los vecinos ya estaban alertados y le dieron una feroz reprimenda física.

 

Minutos más tarde, llegó la Policía, que comparte un grupo de seguridad por WhatsApp con los vecinos y fueron informados de la situación. Cuando la patrulla arribó al lugar, el delincuente apenas si se podía movilizar solo y se dirigió directamente hacia la parte posterior de la camioneta policial, rengo, con algunas lesiones visibles y fue directamente a la comisaría.

   
Un motochorro


El tercer caso sucedió el domingo por la noche en la transitada intersección de la avenida Cazadores Correntinos y calle Medrano en el barrio Güemes, donde dos delincuentes en una motocicleta tipo CG Titán, habrían arrebatado el celular a una persona y al pretender darse a la fuga, terminaron flanqueados por varias personas y cayeron al piso.

 

Una vez allí, varios peatones, automovilistas y otros testigos se sumaron al castigo físico contra los maleantes, provocándole serias lesiones en el cuero cabelludo, en la cara y otras partes del cuerpo a uno de ellos; mientras que su cómplice logró darse a la fuga, abandonando a su compinche en el lugar.

   
"Yo no era, fue el otro", decía L. Sabao, de 24 años, quien quedó tendido en el piso, mientras le echaba la culpa al ladrón en fuga. La furia de la gente fue caldeándose más y más, hasta que finalmente llegó la Policía y terminó llevando al desafortunado bandido a la comisaría, donde quedó a disposición de la Justicia. El teléfono celular de la víctima fue recuperado. En todos los casos descriptos los propios vecinos también se encargaron de filmar los rostros y el estado en el que quedaron los delincuentes tras recibir las golpizas. Las imágenes rápidamente se viralizaron por las redes sociales, repletas de gente harta de la situación de inseguridad.

 

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