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El Gobierno reducirá a 90 centímetros el distanciamiento en las aulas para garantizar la presencialidad plena: qué dicen los infectólogos

El Gobierno reducirá a 90 centímetros el distanciamiento en las aulas para garantizar la presencialidad plena: qué dicen los infectólogos

26.08.2021      09:30|Nicolás Trotta, ministro de Educación, oficializará las nuevas medidas este jueves. Los expertos ponen el foco en la falta de vacunación de los chicos y la amenaza de la variante Delta.


La medida enciende la polémica, especialmente porque los chicos no están vacunados y el riesgo latente de una expansión comunitaria de la variante Delta forzaría una inmediata marcha atrás. El Gobierno reducirá a 90 centímetros el distanciamiento en las aulas para avanzar hacia la presencialidad plena. Lo anunciará este jueves en una reunión del Consejo Federal de Educación, que reúne a todos los ministros provinciales.

 

Allí, Nicolás Trotta, titular de la cartera nacional, oficializará las tres “condiciones” que posibilitarían el regreso de una presencialidad escolar plena, luego de haberse implementado hasta aquí un esquema alternado entre las aulas y la virtualidad.


Condición óptima: se producirá en el caso de que las escuelas puedan asegurar la presencialidad completa manteniendo un distanciamiento físico de 1,5 metros entre estudiantes, sin dejar de ventilar, asegurar el uso de mascarillas y la higiene de manos.


Condición admisible: En el caso de que no sea posible asegurar el distanciamiento de 1,5 metros para una presencialidad plena, se tomará una distancia física de 90 centímetros entre estudiantes en las aulas, manteniendo el requerimiento de dos metros en los espacios comunes y con el cuerpo docente.


Excepciones: solo en el caso de que no sea posible mantener un distanciamiento físico de 90 centímetros entre estudiantes, se podrá mantener una distancia menor; y las excepciones podrán aplicarse en contextos de bajo riesgo epidemiológico y con adecuada cobertura de vacunación en la población general.
No obstante, según especificó el Gobierno, estas excepciones deberán ser acompañadas de estrategias preventivas adicionales, como ser la realización de testeos en la comunidad escolar; el uso de doble y triple barbijo; asegurar que la superficie mínima por estudiante en el aula sea de un metro cuadrado; realizar el rastreo de contactos en el caso de aparición de síntomas; la utilización de medidores de CO2; el control de las condiciones sanitarias de la localidad; y la obligación de informar los parámetros de los testeos semanalmente en la plataforma Cuidar Escuelas.

 

En lo que va del ciclo lectivo actual, solo la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza avanzaron gradualmente hacia la presencialidad plena a partir de una eliminación del sistema de “burbujas” que persiste en el resto del país.

 

“La medida no se condice con la realidad”


La iniciativa del Gobierno genera opiniones cruzadas entre los infectólogos. Si bien hay coincidencia en que la baja sostenida de contagios a nivel nacional torna plausible una redefinición de los protocolos, la amenaza de la variante Delta, que los más chicos no estén vacunados y la dificultad de flexibilizar las medidas de cuidado entre menores siembran interrogantes.

 

“Es una medida que no se condice con la realidad. La situación actual es paradojal: estamos mucho mejor que en junio, cuando se produjo el pico de esta segunda ola tan dura que tuvimos, y tuvimos una reducción del 60, 70% de internaciones en terapia intensiva, fallecimientos y número de casos. Pero tenemos en ciernes la amenaza de la variante Delta. Ya hay circulación comunitaria. Es pequeña, pero se va a extender. Y en el hemisferio norte está causando problemas significativos en países que tienen muy avanzada su vacunación”, analiza Jorge Geffner, inmunólogo de la Unidad Covid del Conicet.

 

Y sentencia: “Esto, que es una realidad, no se condice con las medidas que se piensan para ampliar la presencialidad, más teniendo en cuenta que los chiquitos no están vacunados. La eliminación del sistema de burbujas en los colegios no corresponde”.
Según Juan Carlos Cisneros, subdirector del Hospital Muñiz, “es un tema complejo. Cualquier medida que incluya a chicos, uno sabe que su cumplimiento es complicado”. No obstante, señala: “La realidad es que estamos en un descenso importante de casos. En un momento como ahora está bien abrir. Lo que hay que tener es un nivel de vigilancia muy alto para poder, cuando uno vea que esta baja se revierta, frenar de inmediato las medidas. La cepa Delta da la impresión de no estar pegando con todo, pero nadie puede asegurar que va a seguir como hasta ahora”.

 

Rubén Omar Sosa, médico pediatra y jefe de Infectología del Hospital General de Niños Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna), avanza en la línea de los cuestionamientos: “Desde el momento que existe una vacuna efectiva, que den nuevas directivas a las personas y hablarles de 90 centímetros a los chicos es absurdo”.

 

“Cuando los límites de cobertura son muchos, bajan los casos. Entonces, hasta que todos los gobiernos en general y este en particular no vacunen a toda la población, como hizo China, que vacunó a toda su población desde los 10 años a los 60, todo carece de sentido”, argumentó. Y resumió: “Existiendo una vacuna de eficacia comprobada, la responsabilidad ya no es de la gente, sino de los gobiernos”.


“Es una opción posible, pero no es para cualquier circunstancia”


“Yo creo que en estas condiciones, teniendo en cuenta la disminución de casos y la posibilidad de vacunar a los chicos que son parte del grupo de riesgo en poco tiempo, es una opción posible”, acota Mario Lozano, virólogo molecular y exrector de la Universidad de Quilmes. Sin embargo, aclara: “No es una respuesta para cualquier condición y circunstancia. Si el ingreso de la variante Delta, que ya circula comunitariamente en el AMBA y en Córdoba, cambia la situación sanitaria, también habrá que reconsiderar estas disposiciones”.

 

Según el especialista, “es probable que de seis a ocho semanas veamos aumentar de nuevo el número de casos. Dependerá de cuánta población tengamos vacunada y protegida en ese momento para reevaluar las medidas”.

 

En el mismo sentido, Luis Cámera, infectólogo e integrante del equipo de asesores del Presidente Alberto Fernández, pide “aireación permanente y barbijo en las aulas”. Y aclara: “Si la variante Delta empieza a circular significativamente, habrá que repensar estas directivas”.
 

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