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Las naftas aumentarán por primera vez en el año
08.08. 2020 10:18| El aumento comenzaría a regir a partir de la semana próxima, a más tardar el viernes. Los precios de las naftas no se modifican desde el 1° de diciembre de 2019.
Luego de ocho meses de congelamiento, el Gobierno de Alberto Fernández decidió avanzar en un aumento en los precios de los combustibles por primera vez desde que llegó al poder.
El incremento será de alrededor del 7% y está previsto para la semana próxima, a más tardar el viernes. Además, ya tiene el aval del Presidente, de la vicepresidenta y de los ministros de Economía -Martín Guzmán- y Desarrollo Productivo -Matías Kulfas-.
Actualmente el litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires está a $ 53,47 y la premium se despacha a $ 61,69. En dólares, al tipo de cambio oficial, son menos de 70 centavos, uno de los valores más bajos de la región.
Desde las compañías hablan de un aumento pendiente del 15%, pero asumen que eso no se podrá trasladar de inmediato. “Está más barata la nafta que la leche”, defienden en casi todo el sector petrolero.
Con la tarifas de luz y gas congeladas, el aumento del 7% en las naftas será el primer movimiento de productos energéticos de esta gestión. Cabe recordar que los precios de las naftas no se modifican desde el 1° de diciembre de 2019. Las modificaciones posteriores fueron por tributos o costos de biocombustibles, pero no en los márgenes de las empresas.
Los combustibles no aumentan desde diciembre
En Argentina se utiliza el precio del barrio de petróleo crudo Brent como referencia y también está en alza. Por ello, su comportamiento podría decidir el tiempo de comunicar el aumento local.
El decreto que promulgó el “barril criollo” -un precio “sostén” para la producción local- establecía que ese piso podía derogarse si el Brent cotizaba más de 10 días por arriba de los USD 45. Justamente eso fue lo que viene sucediendo en las últimas jornadas. Si se cumple una decena de días del Brent en aumento, el “criollo” podría quedar sin efecto.
Y por consiguiente, su suspensión habilitaría a las productoras a tratar de cobrar más caro sus producto. Y si los refinadores -los que transforman el petróleo en combustible- cuentan con márgenes, también podrían afrontar esa erogación, según entienden en la industria.