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Llaryora le pidió al Gobierno que convoque al diálogo: "Estoy dispuesto a dejar de lado los insultos y destratos"
16.02.2024 09.40| El gobernador de Córdoba rechazó los recortes en educación y transporte, el aumento de retenciones y otras medidas de la fallida Ley Ómnibus. Pero propuso dejar atrás la confrontación: "El presidente Milei no va a poder solo", afirmó en diálogo con Infobae
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, está a punto de regresar a su provincia después de un viaje relámpago a Buenos Aires. Es el final de una semana signada por los cruces con el presidente Javier Milei, en los que no faltaron las críticas subidas de tono y descalificaciones fuera de tono. En diálogo con Infobae, ratifica sus posiciones en contra de decisiones fundamentales del gobierno nacional pero confía en que el conflicto empiece a desescalar. "Espero que baje los decibeles y se convoque al diálogo. El presidente no va a poder solo", afirma el mandatario, que se convirtió en una de las voces más potentes en contra de la ofensiva libertaria. Una referencia frente al silencio general, aún de otros gobernadores kirchneristas.
"Estamos en un momento muy difícil de la Argentina que demanda tener consensos, buscar acuerdos amplios. Estos acuerdos no tienen que ser sólo entre el presidente y un gobernador, sino que tiene que ser con sectores empresariales, del mundo del trabajo, de la educación, la cultura y las instituciones religiosas", aseguró Martín Llaryora, que asumió el 10 de diciembre y se encontró con una Presidencia dispuesta a aplicar un ajuste draconiano, impiadoso.
"La crisis es muy grande y por momentos no sé si toman dimensión de las dificultades que hay y que día a día se agravan. Hablan de una inflación que es del 20%, que es muy alta, pero nadie habla de la caída en materia de empleo, la caída que hay en las ventas y el cierre de comercio", continuó el sucesor de Juan Schiaretti, el anterior gobernador de Córdoba, que fue candidato a presidente de la Nación. "Todos tenemos que ayudar. El presidente Milei no va poder solo. Estoy dispuesto a dejar los insultos de lado y estoy dispuesto a que nos sentemos a dialogar", reiteró.
Javier Milei se enfrentó contra los gobernadores pero también fustigó a la cantante popular Lali
El mandatario provincial, que fue intendente de San Francisco y luego de la ciudad Córdoba, protagonizó el contrapunto más agresivo de todos los que tuvo Milei después del rechazo en Diputados de la "Ley Ómnibus". El enojo se dio por el voto en contra de varios incisos que versaban sobre voluminosas partidas presupuestarias que el líder libertario tenía intenciones de podar. Un imperdonable freno al "plan motosierra".
"Yo no tengo que pedirle disculpas por nada, si él se auto adjudica la frase, es un problema de él. No estoy en política para resolver problemas psicológicos, que los resuelva en el psicólogo", respondió este jueves el presidente cuando le preguntaron por sus dichos contra los "traidores" que habían hecho naufragar la "Ley Ómnibus" en la Cámara baja.
La respuesta de Llaryora, en el final del día, buscó desescalar una pelea: "Tengo expectativas, espero que se bajen los decibeles y veo un cambio de actitud en el Gobierno. Estamos abiertos al diálogo y al consenso con el gobierno nacional. Queremos ayudar, pero para eso dependemos que nos convoquen, sabiendo que ante cada cosa que afecte a Córdoba no me voy a quedar callado".
"Más allá de los insultos, de lo que me digan y del ejército de trolls que mandan a atacarme, voy a seguir defendiendo los intereses de una Argentina federal", insistió Llaryora.
Un cruce que sigue
En diálogo con Infobae, el gobernador de Córdoba destacó una diferencia inicial entre él y el presidente. "Todos saben que tengo una visión desarrollista y productivista y entiendo que el ajuste tiene que venir acompañado de un plan de reactivación, de fomento de la producción y el empleo. Necesitamos ponernos de acuerdo".
"Defiendo el federalismo y la producción y estuve en contra de extender los derechos de exportación para la producción industrial, la metalmecánica, los sectores agroexportadores y que generan valor agregado. Se logró ese objetivo, porque implicaba un tiro mayor a estos sectores, que podía significar la pérdida de mercados", dijo sobre su rechazo a la Ley Ómnibus".
Pero Llaryora también criticó otras medidas que se conocieron como virtuales represalias, como "el error de sacar el incentivo docente, porque no se puede castigar a los docentes y no priorizar la inversión en educación. Tenemos que cerrar el déficit, recortar gastos, pero lo debemos hacer de una manera inteligente. Y la educación es una inversión, quizá la más importante, no es un gasto".
Llaryora también criticó la decisión de recortar los subsidios al transporte del interior del país. "Es una política más centralizada que nunca, porque se tomó la decisión de seguir subsidiando el AMBA, por eso todos los intendentes protestan, porque van a tener que transferir el costo al boleto o compensar con fondos propios".
"Como gobernador voy a sostener el boleto educativo y el boleto obrero", anticipó Llaryora y cuestionó que no hacerlo implicaría trasladarles a los vecinos de su provincia un "alto costo". "Con esta decisión pueden hacer que haya chicos que no van a poder ir a sus escuelas. No entienden el concepto del transporte público", aseguró el gobernador de Córdoba.
Además, advirtió: "El ataque a mi persona, con un ejército de trolls en las redes sociales, con insultos, tiene que ver con la defensa del interior del país que estoy haciendo. No me cabe la menor duda. Mi rol es ser el gobernador de una provincia del interior que pone mucho más de lo que recibe de parte del Estado Nacional. Somos amplios y estamos tratando de colaborar, pero no me pidan acompañar la destrucción de la producción o el ataque a la educación. La salida a esta crisis no puede que ser que se descuide a los docentes o se rompa un esquema de boleto solidario".
"Estamos dispuestos a colaborar, porque es indispensable acompañar reformas que son indispensables para sacar a la Argentina del lugar en el que está. En el caso de la Ley Ómnibus acompañamos el dictamen, votamos en general la ley y estábamos apoyando la mayoría de los artículos", recordó.
Pero también alertó que durante la discusión de la iniciativa "queríamos apoyar la moratoria, el régimen de promoción de grandes inversiones, apoyar el sector de los biocombustibles y muchos temas más. Por eso hay que poner en marcha rápidamente el Parlamento y aprobar las leyes que sean necesarias, porque son decisiones que no se pueden tomar por decreto, que pueden ser anuladas en cualquier juzgado".
"Para las decisiones fundamentales se requiere de consensos para sancionar leyes que brinden seguridad jurídica y condiciones para el desarrollo, por eso le digo al gobierno nacional que nos convoque", consideró. "Dejemos de lado los insultos y agravios, hay que pasar a la construcción de acuerdos. El paquete de medidas que había enviado el Gobierno tenía muy buenas ideas que, por capricho, se decidió dar de baja, sin discusión", manifestó.
"Alguna vez se quejó de los pituquitos de Recoleta que quieren decir cómo se gobierna. ¿Es Milei uno de ellos?", preguntó Infobae.
-Nadie puede conocer todo el país. Argentina tiene distintas regiones, cuando hablé de los pituquitos de Recoleta fue por esa soberbia que hay de algunos de querer explicar el país desde la ciudad de Buenos Aires. De querer decirnos desde la Capital como gobernar Córdoba. Desde mi humilde lugar puedo decir que sería bueno poder sentarnos a una misma mesa, analizar juntos alternativas para promover sectores como la pesca, los hidrocarburos, la minería, la producción agropecuaria, la industria en general".
Y agregó: "No es con soberbia que se resuelven los problemas, sino con sapiencia. El sabio es aquel que puede convocar a los demás para acordar las mejores soluciones posibles",
"Si no dejan la soberbia de lado van ocurrir situaciones como las del transporte, que plantearon que en vez de subsidiar a las empresas iban a dirigir la ayuda a los beneficiarios de maner directa, mediante la tarjeta SUBE. ¡Y en el interior del país la mayoría de las ciudades no tiene SUBE! Dejar de lado la soberbia es armar un esquema hablando, dialogando con gobernadores, intendentes, agarrar el teléfono".
De todos modos, Llaryora reconoció que sobre el final del día "el presidente bajó el tono y lo agradezco, porque me sentí agraviado injustamente" y rechazó la posición que expresó cuando se estaba tratando la "Ley Ómnibus". "Si no tengo todo lo que quiero, lo bajo, lo rompo y lo tiro. Esa no es la forma. El Parlamento va a volver a trabajar y hay que llamar al diálogo, porque estamos dispuestos a apoyar. La gente votó un cambio, quería reformas estructurales y nosotros también".
Referencia en la oposición
El gobernador de Córdoba fue una de las voces que se expresaron con más firmeza en el contexto nacional, sobre todo después de la ofensiva de los libertarios, que no se agotó sólo en las ácidas críticas de Milei y de dirigentes de segunda y tercera líneas. E incluso aliados del PRO que también fustigaron a los mandatarios que bajaron la línea de votar en contra de esa iniciativa.
"Estoy enfocado en la gestión, que también es enfocarse en los temas que hacen a la cuestión nacional que afectan a las provincias. La Argentina necesita no solo un plan fiscal, sino un plan productivo y de generación de empleo. No vamos a apoyar medidas que atacan a los que generan riqueza, desarrollo, empleos de calidad. Eso es un error y no puedo callarme".
"No voy a estar en silencio si quieren más retenciones, si van a eliminar el incentivo docente. ¿Alguien puede creer que dejar invertir en educación es una buena medida? Encima eliminar un fondo que tanto tiene que ver con la lucha docente", dijo para diferenciarse del actual gobierno. Y dejó un recordatoria que lo pone en otro espacio simbólico y político: "Nuestro candidato era Juan Schiaretti, pero nosotros tenemos una postura abierta al diálogo y a acordar políticas de Estado".
Finalmente, sobre las acusaciones por una supuesta falta de austeridad, tanto en el presupuesto como en el organigrama del Estado, Llaryora resaltó que se aplicó un fuerte ajuste tanto en personal político como en las partidas que fueron aprobadas el año pasado. "Hay gastos que se recortaron y soy el primero que comparto que hay que adaptarse a un momento de crisis", consideró.